Aunque todavía tardaremos en ver de forma habitual coches autónomos en las carreteras, las posibilidades de esta tecnología están siendo demostradas por un robot autopropulsado de Ford. Se llama “Survival” (gracias a su capacidad de adaptación al entorno) y su tarea consiste en entregar piezas de repuesto en la planta de la compañía en Almussafes (Valencia). Programado para conocer el mapa de las instalaciones, esquiva obstáculos imprevistos y se detiene o modifica su ruta cuando es necesario.
Desarrollado íntegramente por ingenieros de Ford, se trata del primer robot de su clase utilizado en factorías europeas de la marca. Emplea tecnología LIDAR (Light Detection and Ranging) para visualizar su entorno, algo que también está presente en los prototipos de vehículos autónomos de la marca.
“Cuando empezaron las pruebas, los empleados se quedaban mirando al verle pasar, como si estuviesen en una película de ciencia-ficción. Ahora continúan con su trabajo sabiendo que el robot es lo suficientemente inteligente para moverse a su alrededor”, explica Eduardo García Magraner, gerente de Ingeniería del área de Body&Stamping de la planta valenciana.
La entrega de piezas y material de soldadura en las diferentes estaciones de esta sección es fundamental para mantener en marcha la producción de modelos como el Kuga, Mondeo y el S-Max. Esta tarea repetitiva exige mucho tiempo a los operarios de las instalaciones; “Survival” no reemplaza a empleados humanos, pero sí les ahorra hasta 40 horas de trabajo diarias, lo que les permite invertir su tiempo en labores más complejas.
El robot está equipado con una estructura en la que hay 17 huecos para alojar materiales de distintos pesos y tamaños. Con el fin de evitar errores, la apertura y el cierre de estos compartimentos está automatizada, lo que significa que los operarios de cada área sólo tienen acceso a las piezas que les han sido asignadas.
Período de prueba, superado
¿Creías que sólo los humanos se enfrentan a un período de prueba en su trabajo? “Survival” también lo ha hecho… y lo ha pasado con nota: tras casi un año, García Magraner asegura que “ha funcionado de forma impecable hasta la fecha. Se ha convertido en un miembro muy valioso del equipo. Esperemos que podamos ponerlo en uso a tiempo completo en breve y llevarlo a otras instalaciones de Ford”, añade. Parece que se ha ganado su puesto junto a los otros robots inteligentes (¿recuerdas el “Robutt”, por ejemplo, o los cobots?) de las plantas europeas de la marca… y que convive muy bien con los Iron Man de Almussafes.